19 may 2011

El barrio de los desconocidos. Carta a Llàtzer Moix



En el suplemento de La Vanguardia del 18 de mayo, el periodista Llàtzer Moix muestra un curioso mapa de la arquitectura catalana actual, a través de un selecto grupo de arquitectos. Presenta a la "élite" de la arquitectura, representada en cuatro grupos de barrios referidos a una hipotética ciudad: referentes, emergentes, centrales e históricos.

Me sorprende que entre los barrios no haya incluido la periferia. Entiendo por periferia el área metropolitana, las ciudades satélite y hasta los pueblos recónditos, más o menos diseminados por la geografía.

La periferia sería el barrio más numeroso, compuesto por ciudadanos arquitectos desconocidos para la gran ciudad, pero por otra parte, reconocidos en su barrio por el nombre y no por el apellido. En uno de estos barrios vivimos nosotros, por méritos propios y quizás, porque no le hemos puesto suficientes ganas al hecho de promocionarnos más allá de nuestras calles.

Entre los arquitectos de nuestro barrio hay muchos que "curran" en el centro de la ciudad. Se desplazan todos los días, dejando su nombre en el barrio, para ser llamados durante el día por su apellido, que por otra parte nunca sale del despacho o estudio en el que trabajan. Otros, los que vamos por libre, de vez en cuando, los domingos y festivos nos da por coger un "Bus Turístic" para ir a visitar  la gran urbe, y deleitarnos con sus escaparates y luces de colores.

Nos gusta nuestro barrio. A pesar de la distancia lo tenemos todo y no nos hace falta salir. Son tiempos difíciles, y aunque somos muy discretos y humildes, lo poco que comemos es natural o nada sofisticado, hacemos ejercicio físico y mental asiduamente, y saludamos a nuestros vecinos afectuosamente.

Sr. Moix, el día que decida hacer un plano de la perifería le ayudamos encantados. Verá que hay muchos ciudadanos con nombre propio, que con pocos medios proponen alternativas muy ingeniosas y novedosas, desde el punto de vista constructivo, urbanístico, paisajístico o docente. Quién sabe, igual decide  cambiar el nombre a nuestro barrio y pasar de ser el "barrio de los desconocidos" al "barrio de los auténticos".


Saludos Cordiales


Dedicado a Sergio, Raúl, Josep María, Luís, David, Carme, Marius, Idoia, Eva, Antonio, Roberto, Eduard y en general a todos nuestros vecinos (también los de la gran ciudad)



3 comentarios:

  1. Hola Adolfo,
    antes de nada: muy interesante vuestro blog > variado y crítico.
    Respecto a este artículo, se entiende muy bien la crítica que haces. Pero hay que entender lo que pretendía el Sr. Moix: hacer un mapa de lo que sería "la punta de lanza" de la arquitectura en Catalunya. Es decir, aquellos arquitectos que proponen dentro de un círculo de discusión de "élite". Entiendo por el tono de tu comentario que no os interesa ese "círculo". Y de hecho creo que sería un error que algo tan valioso como lo que explicas intentara entrar en ese círculo (que con pocos medios proponen alternativas muy ingeniosas y novedosas, desde el punto de vista constructivo, urbanístico, paisajístico o docente). A dios lo que es de dios y a césar lo que es del césar.

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  2. Candi,gracias por tu comentario.
    No entiendo una ciudad con barrios de "élite". Para mi la ciudad es lenguaje,un código estructurado que determina la comprensión, la comunicación, entre conjuntos de distintas naturalezas.
    Soy de esta ciudad y vivo en mi barrio, del que por cierto, tengo mucho que aprender y al que lamentablemente, no tengo tanto por ofrecer.
    No me interesan los círculos, ni esos, ni estos, ni aquellos. De hecho, jamás me he atrevido con esta geometría en los proyectos. Está muy por encima de mis posibilidades.

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  3. Adolfo, esa "élite" se retroalimenta, necesita esos "mapas" de arquitectura para definirse, para separarse de lo que consideran que no tiene valor, para mostrar quienes son los buenos. Aunque el principal culpable es el periodista que lo hace, me gustaría pensar que muchos de los arquitectos que hay dentro de ese mapa piensan igual que nosotros. Al final lo importante es ser honesto y trabajar intentando mejorar aquello en lo que intervienes, utilizando aquellos criterios que conoces y con los que estas convencido que podrás mejorar tu ciudad. Un buen criterio es el que apuntas: conocer los barrios en los que trabajas, aprender de ellos y devolver el favor con tu buen hacer. De todas formas no quiero que parezca que critico la experimentación en arquitectura, es lícito equivocarse si conviertes tu despacho en un laboratorio que quiere avanzar y descubrir nuevas fórmulas que puedan conseguir un mundo mejor.

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